miércoles, 5 de marzo de 2014

DISTRIBUCIÓN BINOMIAL

Burocracia y burocratismo  


BUROCRACIA: LA NECESIDAD       BUROCRATISMO: EL PROBLEMA

Burocracia:
El concepto permite nombrar a la organización que está regulada por normas que buscan un orden racional en la gestión y distribución de sus asuntos.
Además de lo expuesto es interesante establecer que existe una Teoría de la Burocracia. Se trata de una teoría que se inició con el claro objetivo y la necesidad de conseguir que la organización de las distintas empresas, especialmente de las que contaban con muchos empleados y con un gran volumen de actividad, estuvieran “ordenadas” de manera racional.

De ahí surgieron ideas y propuestas como la del economista alemán Max Weber que, entre finales del siglo XIX y principios del XX, se convirtió en uno de los máximos exponentes de dicha teoría. En su caso, consideró que la burocracia era una forma racional de organizar una entidad para conseguir que la misma funcionara con precisión, claridad, velocidad y eficiencia.

Burocratismo:
Es la tendencia a utilizar el aparato burocrático de manera coactiva. Aparte de la ineficiencia administrativa, la consecuencia más palpable del burocratismo es el inevitable distanciamiento entre las personas y los organismos administrativos ya sean estos organismos pertenecientes a estados, empresas o cualquier otro tipo de organización.
El caso del burocratismo estatal es una forma deliberada de alejar a las masas de sus derechos legítimos mediante la desorientación y el desgaste utilizando para ello exigencias administrativas excesivas. Se opone por tanto al concepto de democracia real pudiendo decirse que en mayor o menor grado está presente en todo tipo de regímenes.
Ejemplo de burocracia
Hace aproximadamente 10 años, un equipo de personal de la Municipalidad Provincial salió a verificar datos sobre las propiedades inmuebles en la ciudad de Cajamarca. Para nuestra desgracia llegó un funcionario (¿llegó?) a la casa de mis padres en Av. La Paz, en ese entonces ocupada por un inquilino y su familia, y en el formulario anotó que la casa es propiedad de los inquilinos, sin exigirles el título de propiedad debidamente registrado en registros públicos, y que la construcción es de tres pisos y de material noble, siendo en realidad de dos pisos y de adobe. A partir de allí comenzaron a girar documentos de cobranza del impuesto predial y arbitrios a nombre de ellos. Y como no pagaban corrió la cobranza a coactivos, con todas las cargas de intereses y moras; además amenazas de embargo.